Hablar de la transparencia de información, debería de ser un asunto de sentido común. Pero cuentas veces no hemos comprado un producto sin darnos cuenta de esas letras minúsculas que describen posiblemente nuestra próxima pesadilla. O las veces que percibimos cambios en nuestra cuidad y no sabemos ni tenemos manera de saber el porqué de estas acciones.
Hoy la transparecia de información, es una tendencia, si en efecto, donde las empresas y profesionales tienen que dar una revisadita a sus productos y servicios, así a sus métodos de venta y procesos, para que las personas, sus clientes, estemos seguros que lo que compramos o a lo que le damos Like es cierto y no hay gato encerrado.
Como empresas (y profesionales) el ser transparente y sinceramente también el saber comunicarlo, se convierte en una ventaja competitiva. Que genera los sentimientos de seguridad, respeto y sobre todo confianza entre el vínculo empresa-cliente. Quien decide hacerla esta tendencia suya, pero de verdad ehhh, tiene una manera natural de crear relaciones de calidad con sus clientes y generar lealtad y amor a la marca.
Me cuesta un poco escribir de esta tendencia, porque no debería de serlo, debería de ser una cuestión básica en el mundo empresarial. Pero ustedes y yo sabemos que no lo es. Le cuento los factores que detecto:
– El consumidor opina, para bien y para mal, si le gusta o no los productos de la empresa. Se puede quejar, y por más que bloqueen por redes sociales los comentarios negativos. Si la empresa falla, los demás se dan cuenta. Si la empresa engaña… imagínate como le va en redes sociales.
– Con las redes sociales, igualmente el consumidor tiene más facilidad para comparar, preguntar, investigar acerca de los productos y servicios.
– Ya también las personas no queremos que estén matando niños porque nuestra camiseta de moda nos salga bien lowcost. También que las letras pequeñas de los contratos, ya están pasadas de moda, desde la época donde no existían lentillas y todo era en tonos beige… No más señores no más!
– Los procesos tradicionales y los procesos responsables con el planeta, son ahora una ventaja competitiva. Branding ha tomado cartas en el asunto y se convierte en parte del storytelling e imagen de marca.
El mensaje a las empresas…
El acceso ilimitado a los datos relevantes de una empresa para el consumidor y la sociedad es una buena estrategia para hacer una imagen de la marca coherente con la realidad. La gente valora la honestidad. Esta transparencia de información puede estar relacionada a los procesos de la empresa, pero también a los productos/servicios que ofrece al consumidor, presentando con claridad todos los puntos, sin letras pequeñas o disimulación. Cuando una marca hace esto, mejora en su reputación.
La transparencia de información no solo se da entre el cliente y la empresa, también entre los socios, empleados, proveedores, etc. Una relación de confianza, tiene un impacto directo en su imagen dentro y fuera de las organizaciones. Con una buena reputación, la empresa sea la que sea fortalece el vínculo con todos los involucrados, creando así la mejor publicidad que existe: el buen boca a boca.
Hoy la trasparencia de información se convierte en una de las herramientas más prometedoras para combatir la corrupción, incrementar la participación de las personas en asuntos de gobierno y en el diseño de productos y servicios.
Ya no es posible hacer una brecha entre lo que la empresa dice a lo que hace.
Un tip…
Si una empresa tanto privada o pública es capaz de explicar por qué hace las cosas y mucho más allá de ello, es capaz de incluir por medio de la cocreación a sus propios clientes; se asegura que al involucrarlos se creen productos y servicios de generen pertenencia y por lo tanto estimulen la lealtad a la marca. Por el otro lado, si una empresa o ente público, no es capaz de explicar, involucrar, ni difundir de manera real una estrategia o acción, puede caer en que las personas lo entiendan como sinuoso o corrupto.
Desarrollemos un modelo de negocio y un plan de acción, basado en la transparencia. Seamos congruentes, cada acción por más que pensemos que se encuentra lejos de afectar al cliente final, lo afecta. Toda empresa que busque el cambio y el reconocimiento positivo de sus clientes y allegados, es una acción que parte de adentro hacia afuera. Abramos foros para escuchar a nuestros consumidores, preguntemos a nuestros proveedores, abramos las puertas de información para que las personas conozcan nuestra empresa. Si no puede abrirlas, puede que sea hora de limpiarlas.
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