Dentro del marco de la Semana de la Innovación en Servicios Públicos, celebrada en Barcelona, España, participé como investigador y observador en la GovJam. Este últi
mo es un taller realizado en más de 48 países, con el objetivo de diseñar nuevos servicios públicos en cocreación con la ciudadanía. Fue un evento donde tanto como funcionarios, diseñadores y ciudadanos durante 48 horas, a partir de diferentes áreas de oportunidad y tendencias diseñaron alternativas de servicios públicos innovadores, centrados en las personas y diseñados por ellas.
Por medio de dinámicas de Design Thinking y entrevistas en la calle, se definieron los diferentes problemas y tendencias en instituciones públicas. Dentro de los problemas que se plantearon, fue que por parte de los funcionarios había una resistencia al cambio, una mentalidad programada y cerrada, difícil de cambiar. Opinan, que los sistemas están inadaptados a las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Pero sobre todo, ha salido a relucir un problema que atañe prácticamente a gran parte de los gobiernos a nivel mundial: La desconfianza. Se tiene gran desconfianza en la administración y algunos piensan que es demasiado tarde. No hay confianza, transparencia y en general afirman que todo lo relacionado con la administración pública va de la mano con política.
Por lo que el objetivo principal del taller se convirtió en la recuperación de la confianza, proponiendo nuevas formas de acción y pensamiento, tomando como punto de acción, al ciudadano. La ciudadanía colaborativa toma el tronco común de todas las tendencias enfocadas al diseño de servicios públicos.
Buscando servicios públicos, eficientes, empáticos, sostenibles. El empoderamiento del ciudadano, le da voz y acción para ser el motor de una sociedad más justa y el gobierno se convierte en un facilitador y canalizador de alternativas para el bien común. “Menos burocracia, menos administración, más participación conjunta.”
¿Por qué es tan importante la participación ciudadana? Como dice Stephen R. Covey: “La confianza genuina e inspiradora es la forma más alta de la motivación humana.” Estamos en una época donde el ciudadano quiere saber y participar en las decisiones y servicios que el gobierno diseña para ellos. Y eso es importante porque no hay otra manera de crear vínculos sanos si no se confía los unos en los otros, así como en las instituciones al servicio de la sociedad. Para ello se requiere no solo una cultura, si no sistemas específicos para vincular de manera concreta la participación de la sociedad en eslabón con los servicios públicos para dar resultados transparentes. Que las instituciones públicas tengan sistemas de gestión abierta, eficientes, efectivas; porque una buena experiencia, crea acercamiento, lealtad y regenera la confianza.
“Yo no les creo nada”, hablando del gobierno, se convierte en un manifiesto global y en una situación alarmante. Pero el objetivo sigue siendo el mismo: todos buscan un buen gobierno, transparente, leal, abierto. Que brinde soluciones sostenibles, reales, con la posibilidad de crear mejoras tangibles. Es un gran momento para la apertura de espacios cocreativos entre los ciudadanos y las instituciones, donde rija la confianza, donde se cree una cuidad inteligente, con una forma de pensamiento basada en la transparencia, en los valores y generando resultados a beneficio de todos.
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