Una persona es única, irrepetible y maravillosa. Consta de sus propios pensamientos, emociones, objetivos de vida, vivencias y recuerdos. A lo largo de su vida, aprende a través de sus aciertos y errores. Con el tiempo, estos la hacen crecer como persona, fortaleciéndola y generando experiencia.
Una persona convive con la sociedad y el entorno, de manera propia, haciendo uso del lenguaje, expresiones, manifestando sus ideas, convicciones y escuchando a los demás. Camina por la vida, en una continua búsqueda por ser mejor. Se maneja bajo reglas morales, busca el reconocimiento, afecto y crecimiento personal, por medio del trabajo y las buenas acciones. Ama al mundo que le rodea, busca aportar a la sociedad y la trascendencia se convierte en parte fundamental de su herencia, donde las ideas y la experiencia a la larga, valen su peso en oro.
Ninguna persona es perfecta, se esfuerza por aprender de sus errores y si a alguien ha lastimado pide perdón y trata de enmendar sus actos. Tiene forjado su propio carácter, tiene una visión, misión y objetivos en la vida. Puede reír, llorar, triunfar y fracasar muchas veces en el camino, pero es el amor lo que lo guía, lo hace persistir y confiar en sus ideas, proyectos y el buen futuro.
Esta es la descripción de una persona positiva, que busca su crecimiento en todos los aspectos, la cual se rige principalmente bajo tres valores fundamentales: Lealtad, Respeto y Amor; una persona altamente motivada, optimista, con firmes convicciones y deseos de hacer las cosas.
Ahora, vuelve a leer los párrafos anteriores y sustituye la palabra persona por empresa. ¿Le suena lógico? Pues es exactamente la analogía que busco explicarle, la empresa como la persona, la humanización de las empresas.
La humanización de las empresas, habla de construir una personalidad y convicciones propias, como las de una persona, con la capacidad de actuar de acuerdo a ciertos parámetros y sentido común. Se basa en que las empresas creen, crean y actúen de acuerdo a su manifiesto, valores, misión, visión y objetivos.
Que las empresas busquen el crecimiento positivo y humano, en su actuar por la vida, y lo conviertan en sus parámetros de acción y reputación.
Si como empresas somos congruentes con nuestras ideas, y actuamos de acuerdo a estas, habrá personas que se identifiquen con nosotros, que respeten y confíen en quienes somos y lo que hacemos. Seremos capaces de crear vínculos emocionales, generaremos lealtad y con ella nos olvidaremos de proveedores, clientes, empleados; tendremos amigos, fans, compañeros de viaje.
La transparencia de información, el buen servicio, la apertura de canales de comunicación dentro y fuera de la empresa y la empatía, serán nuestras herramientas fundamentales para lograr una conexión positiva y duradera con todos los involucrados en la empresa. Seremos capaces de retroalimentar y si fallamos de enmendar.
Como persona y como empresa, atrevámonos a marcar la diferencia, a proponer y sustentar nuestras acciones, servicios, productos, con fundamentos de valor para las personas y la sociedad. Creemos empresas transparentes, sinceras, humanas. Innovar es una forma de pensamiento, que se alimenta a partir del análisis, valores y sentido común.